36° MESA REDONDA DE POLITICAS DE LA OEA

EN EL NOMBRE DE DIOS, CLEMENTE, MISERICORDIOSO

Alabado sea Dios, Creador del Universo, la paz y las Bendiciones sean sobre el Profeta Muhammad, sus Compañeros y sobre todos los Profetas y Mensajeros.

“El Dialogo entre las Comunidades Religiosas y los Estados en América Latina y el Caribe”
“Los Musulmanes en América Latina y el Caribe y la Convivencia Constructiva”

Washington – 5 de Diciembre de 2011





Sra. Irene Klinger, Directora del Departamento de Asuntos Internacionales de la Secretaría de Relaciones Externas de la Organización de los Estados Americanos (OEA)
Emmo. Sr. Cardenal Francisco Robles, Moderador del Consejo Latinoamericano y Caribeño de Líderes Religiosos-Religiones por la Paz- y representante del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM)
Sr.Wiliam Vendley, Secretario General de Religiones por la Paz Internacional.
Hermanos y hermanas:
Os saludo con el saludo del Islam
La Paz y las Bendiciones de Dios, estén con todos Ustedes.
Es para la Organización Islámica para A. Latina y el Caribe, una gran satisfacción, encontrarlos en este Acto, con motivo de celebrarse la Trigésimo Sexta Mesa Redonda de Políticas de la OEA, y encontrarme con el cariño de nuestros hermanos Latinoamericanos.
El tema de hoy, dada su trascendencia, nos permitirá analizar los puntos en común entre los distintos Líderes religiosos de América Latina y el Caribe, y anhelamos del Todopoderoso, que sea esta, una reunión de paz, armonía y confraternidad. Por lo que agradecemos a las autoridades de la OEA, esta oportunidad de escuchar la voz Latinoamericana y Caribeña.
Vivimos hoy, una tendencia a politizar las distintas religiones y convertirlas en ideologías militares de cuño divino, puestas al servicio de intereses políticos-económicos y de un fanatismo doctrinal.
Si la paz del mundo depende en buena medida del diálogo interreligioso, y el diálogo interreligioso depende, también en gran medida, de lo que las religiones entendemos por justicia (no abstracta sino palpable en la cotidianeidad), entonces, por estricta lógica, la paz del mundo depende, en relación a las religiones, de que éstas, o mejor, las personas religiosas, lleguen a un planteamiento y una praxis común sobre la justicia. Cuando hablamos de justicia en las religiones estamos hablando, por tanto, de algo que está dependiendo del bien más preciado y ansiado por la humanidad: la paz.
El 25 de noviembre de 1981 se produjo la proclamación por parte de la Asamblea de las Naciones Unidas de la Declaración sobre la Eliminación de todas las formas de intolerancia y discriminación fundadas en la religión o las convicciones.
Se trata del instrumento internacional que más específicamente ha proclamado el derecho fundamental a la libertad religiosa. En nuestro país, la Constitución Nacional, en su artículo 14, reconoce el derecho de profesar libremente el culto, garantizando las libertades de pensamiento, de conciencia y de religión. Nuestra legislación condena asimismo todas las formas de discriminación, incluyendo la religiosa.
Debemos señalar que la libertad religiosa es la base de las exigencias más profundas, más interiores y más auténticas del espíritu humano.
La fe y la libertad religiosa deben ser mostradas como un valor positivo que no puede ni debe ser manipulado. El rechazo a la libertad religiosa es comprensible únicamente en personas encerradas en un espíritu despótico, autoritario y sectario, que no aceptan el diálogo, el confrontar sus ideas ni el libre examen. En este sentido, la efectividad de la libertad religiosa en la vida individual, del Estado y de las instituciones, es un factor de progreso y el respeto por el sentimiento religioso personal lo que indica en una sociedad si existe o no un elevado concepto de consideración al prójimo.
Si bien los derechos fundamentales del hombre son patrimonio de la humanidad e iguales en todas las latitudes, entre ellos el derecho a la libertad religiosa ocupa un lugar de privilegio ya que concierne a la relación del hombre con Dios. Prestemos una especial atención a la importancia que tiene este derecho fundamental inherente a la persona humana en el marco de una sociedad democrática. Contribuyendo desde la valoración positiva del hecho religioso al ejercicio de las responsabilidades sociales y al respeto de la persona sin discriminaciones de ningún tipo, estaremos educando para la convivencia y la paz
Es por ello que, con el invalorable aporte de intelectuales libres, dirigentes sociales, académicos y representantes de las grandes religiones, hoy más que nunca, estamos llamados a participar activamente en paliar y prevenir los efectos que esta dejando la sin-razón del fanatismo político-religioso. Deberemos ser los verdaderos protagonistas del cambio y los más indicados para combatir con ideas, la mentalidad agresiva, que se perfila catastróficamente para todos.
Deberemos cambiarlos, por una política de respeto y cooperación mutua, poniendo los logros sociales y económicos al servicio del ser humano, sin distinción por causa de su identidad racial, cultural, religiosa, étnica o nacional.
El lenguaje del dialogo, ya no es un lenguaje protocolar, sino una apelación a la conciencia humana para que los protagonistas del tradicionalismo retrogrado y los políticos ideologizados, dejen de manipular los asuntos internacionales como círculos cerrados a unos pocos y hacer de la escala de valores y del sistema ético moral, una base para el progreso de la humanidad.
En aras de la verdad, pienso que el dialogo, en su forma institucional esta agotando su energía propulsora, debido al dogmatismo mostrado por las partes. Como se sabe, no es una referencia valida para un proceso de dialogo fértil
Es por ello que, el dialogo entre intelectuales que pertenecen a variadas culturas va, en cambio, creciendo, por estar dirigido por la fuerza de la razón y la visión cosmopolita.
Y el dialogo entre instituciones civiles va, a su vez, estrechando lazos a favor de ser humano, con dignidad, con libertad y con derechos.
Por ello, los intelectuales libres, los dirigentes de la sociedad civil, universitarios y religiosos que promulgan con la verdad y el amor, son los verdaderos protagonistas del cambio
El dialogo sirve en primer lugar, para obtener informaciones de primera mano. Esto, a su vez, lleva a un conocimiento mutuo, crea empatía, contrae compromisos e induce a reflexiones. Provoca autocrítica y estimula acciones comunes. El Corán 29:46 nos educa para que sigamos el dialogo sincero y respetuoso:

“No discutáis, sobre cuestiones religiosas con judíos ó cristianos sino con los modales más refinados..
Decidles: “Nosotros creemos en el libro revelado a nosotros y en el revelado a vosotros. Nuestro Dios y el vuestro es el mismo.”

El dialogo sincero y objetivo, requiere (crear un espacio de intercambio reciproco y un discurso no autista sino comunicativo y bien articulado para que no se pierda en disquisiciones sobre los aspectos disconformes de cada religión.)

Un dialogo objetivo nunca es una curiosidad intelectual ni un acto de propaganda sino, un proceso tendiente a abrir nuevos horizontes, impulsado por la consciencia de un destino común y por la convicción de que la coexistencia amistosa es la mejor manera para servir a Dios.

Sin embargo, nos duelen profundamente las agresiones cometidas por fanáticos y extremistas musulmanes contra iglesias en Irak, Pakistán y Egipto, aunque los móviles de estos crimines nunca son conformes a la letra ni al espíritu del Islam.

Todos hemos oído que el crimen de Alejandría fue obra del Servicio Secreto Egipcio del anterior régimen con el propósito de crear condiciones propicias que justifiquen su hegemonía sobre la vida ciudadana. En todo caso no se puede condenar a una religión a causa de los despropósitos cometidos por algunos aberrantes de sus seguidores.
Sin embargo, pocos son los que se enteraron del gran número de mezquitas destruidas mediante actos terroristas en varios países del mundo, ni del asesinato de 16 imanes, en el mes de mazo del 2011 en la Federación rusa.

Toda violencia es una forma patológica de pensar y una conducta aberrante y enfermiza que estamos, los hombres de fe, requeridos a sanear.
Ciertamente, “la violencia impulsada desde el fanatismo expresa una mentalidad cerrada y los movimientos de masa son vulnerables a ser instrumentalizados por el poder.
Pero no es menos cierto que (el sentimiento identitario no se destruye mediante leyes o sentencias por muy constitucionales que estas sean en tiempo y forma y que la paz social y la seguridad ciudadana no se logran mediante el aislamiento del otro sino mediante el reconocimiento de su identidad religiosa y cultural y mediante la solidaridad con él en sus reivindicaciones legítimas, en aras de integrarlo y convivir con ello.)
Los hombres de fe también están requeridos a activar el papel vital de la religión en el tejido social para contrarrestar el estado de anomia, el anarquismo institucionalizado o el de la masas populares manipuladas.
Es digno del hombre de fe tomar parte en el control Social y esforzarse para lograr una paz anticipada.

Es lamentable ver a quienes pretenden ser hombres de fe, musulmanes, judíos o cristianos, de alto nivel jerárquico haciendo comentarios inapropiados y hasta escandalosos contra los símbolos sagrados del “otro”, apoyándose en un razonamiento falso, indigno de su cargo y persona.

Es hora de invocar, no de provocar. Invocar a los hombres de fe para que tomen conciencia de que las religiones monoteístas son como los vasos comunicantes y que el sentimiento de fobia contra una religión es un estado neurótico que tarde o temprano se convertirá contra todas las religiones.

La nueva generación no reconoce a quienes buscan dividir el pueblo en cantones a base de la pertenencia religiosa de cada grupo. La muestra la hemos visto todos, en la plaza del Tahrir del Cairo, el 25 de marzo del 2011, donde jóvenes musulmanes y cristianos reclamaban las mismas reivindicaciones, derramaban sangre por un futuro mejor y alzaban unos el Corán y otros el Evangelio, con brazos entrecruzados.
El objetivo prioritario hoy en día, es sanear las relaciones entre el “yo” y el “diferente” y, en nuestro caso, entre el “musulmán” y el “judío o el cristiano”. Con ello podremos llegar al “yo comprensible” y al “yo equitativo y moderado”, consiguiendo este objetivo llegaremos al “nosotros” que (aunque seamos diferentes seremos solidarios).
Los que intentamos llevar adelante este conjunto de ideas, puestos al servicio de la buena convivencia, hemos optado, a través de nuestra Organización Islámica Continental para A. Latina y el Caribe, en invitar a intelectuales y autoridades académicas, para lograr cristalizar ideas practicas y aptas para iniciar un proyecto global que pueda conducir a una integración plena entre todos los hombres y mujeres de buena voluntad.
Pondré un ejemplo que quizás sea lo más elocuente sobre la integración y la trascendencia que el Islam da al Dialogo Interreligioso
Fueron realizados dos Congresos este último ano en la ciudad Sagrada de Makka y luego en Madrid, auspiciados por el Rey de Arabia Saudita. A los que nuestra Organización ha asistido.
En la Ciudad de la Makka, fueron reunidos los más importantes representantes del Islam en el mundo, para confirmar el inicio por parte del Islam, de un nuevo dialogo fecundo con todas las religiones. La respuesta a esta iniciativa fue unánime.
Luego el de Madrid se reunió a todas la religiones del mundo y donde se confirmo esta tendencia general sobre el entendimiento e ideas conciliadoras entre todos los hombres.

Los Congresos de Mecca y Madrid, no emanan del temor al futuro del Islam, sino al futuro de la humanidad toda, y al futuro de la coexistencia entre los pueblos.
Por lo que intentamos:
Buscar un nuevo marco de pensamiento, intensificando el dialogo y orientando la enseñanza hacia estos objetivos. Estos son los pilares de nuestro proyecto a escala continental.-
La hostilidad, señores, se debe en gran medida a la ignorancia, por lo que es necesario desarrollar propuestas para promover el respecto y el entendimiento, entre ellas programas de educación juvenil y de afianzamiento de los lazos culturales.
No obstante, todo lo que adoptemos, no será capaz de romper el aislamiento estático y derrumbar los nuevos muros erigidos por la religión ideo logizada, sin disponer de una aceptación previa y un dinamismo y flexibilidad mostrado por todas las partes implicadas.
El comportamiento civilizado, es un comportamiento humano en primer lugar, que denuncia la agresión a los pueblos débiles y al apoderamiento de los recursos naturales, así como también de sus culturas locales.
Estamos convencidos que la pluralidad en materia religiosa no debe inquietar a nadie, máxime cuando vivimos en la era de la globalización y sabemos que esta pluralidad religiosa es una voluntad divina y de hecho los musulmanes en América Latina, aplicamos este principio en todos los ordenes de nuestras vidas
No sufrimos discriminación ni marginación, aunque haya casos, motivados por círculos interesados, en crear una situación de appreathed cultural, utilizando términos ambiguos y tergiversados, como Yihad Islámica, asimilándolo con la guerra santa, sabiendo que una guerra, nunca es santa.
-Los musulmanes en América afirmamos nuestra convicción de que la paz social es un valor supremo y sagrado y la primacía de la ley y de la constitución coinciden con el derecho Islámico y que, la fidelidad a la religión, es perfectamente compatible con la lealtad al estado
También es importante mencionar que el Islam mira a los distintos credos, nacionalidades, culturas y civilizaciones como una sabiduría y voluntad Divina y una ley de la naturaleza que no tiene reemplazo ni modificación, tal lo expresa Dios, en el Sagrado Coran:

“Si tu Señor, hubiera querido, hubiese hecho de la humanidad una sola nación, pero jamás cesarán de discrepar entre ellos” 11:118
Debe quedar en claro que:
Las civilizaciones “no chocan” sino que se “complementan” una a la otra y sus rasgos más sobresalientes son su defensa y promoción sobre los valores humanos y los derechos del hombre en forma individual y colectiva

Pongamos el ejemplo del terrorismo:

El terrorismo es un caso típico, ya que hoy se utiliza como medio político contra oponentes; en vez de ser tratado como un mal social.
Afirmamos que: el terrorismo internacional que esta asolando a muchas sociedades, es una pandemia que afecta a todos y a cada uno de nosotros y es una manifestación ideológica, cruel y aberrante, disfrazada de defensora de las masas populares y de intereses políticos o religiosos.
El Islam califica textualmente a todo acto terrorista como una actividad perversa, cruel y subversiva, condenada en 46 pasajes Coránicos bajo un sinfín de calificativos:

- Delito contra la seguridad publica, piratería, saqueos, secuestros o asalto armado, (crear el caos en la sociedad), (agresión), (poner en peligro la seguridad de las vías publicas y de medios de transporte).
Con todo esto, podemos decir sin lugar a dudas, que las fuentes del derecho islámico condenan textualmente todo acto terrorista, proceda de donde proceda.
Más aun el Derecho islámico, califica al terrorismo como un atentado contra Dios, es decir, contra el derecho público ante lo cual no cabe remisión de culpa ni exoneración alguna.
Ante tal situación jurídica, todo ciudadano musulmán, cualquiera sea su nacionalidad, esta requerido en participar en la lucha contra este flagelo por imperativo cívico y religioso, y es tareas de los dirigentes advertir contra este tipo de delito.
Para llevar adelante estos objetivos, proponemos:
Promover la interacción entre fe y civismo e impulsar el dialogo interreligioso en general e intercultural en particular.
Desde sus comienzos, nuestra organización Islámica forma parte de las mayores estructuras interreligiosas mundiales, como Religiones por la Paz y de las asociaciones que bregan permanentemente por el dialogo y la convivencia constructiva.
Esperamos con la ayuda del Todopoderoso, lograr entre todos, un mundo de paz y armonía, como un único legado a nuestras futuras generaciones.
Agradezco a las autoridades por habernos brindado la posibilidad de expresarnos y a mis colegas y amigos por su presencia.
Y como última plegaria, a Dios Todopoderoso, nuestro eterno agradecimiento.

Arquitecto Muhammad Yusuf Hallar
Secretario General de la Organización Islámica para América Latina y el Caribe
Representante de Muslim World League en América Latina

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